Monumentos
Breve recorrido por los monumentos cercanos a nuestro hotel
Murallas de Ávila
Constituyen el principal monumento histórico de la ciudad y el que mayor encanto proporciona a la misma.
En relación con sus orígenes, parece ser cierto que el solar que ocupan en el siglo II a de C estaba ocupado por una población vettona.
Hacia 1088 debieron llegar los primeros repobladores a Ávila, y parece ser, aunque no se sabe con exactitud, que la construcción de las murallas se inicia en 1090 bajo la dirección de Casandro Colonio (maestro de geometría romano) y Florín de Pituenga (franco).
La señalización del perímetro, colocación de las puertas, colocación de las primeras piedras e inicio de la obra fue bendecida por el obispo de Oviedo, Pelayo, director de las primeras expediciones de repobladores a nuestra tierra.
En cuanto a los trabajadores, en un principio fueron más de 800 y después más de mil novecientos, parte de ellos esclavos musulmanes.
Todo parece indicar, que desde los primeros años del siglo XII, la ciudad estaba protegida por una imponente muralla, que junto al valor de doña Jimena Blázquez y toda la población de Ávila, fue lo que impidió que en 1109 ,9000 moros tomasen Ávila.
Se utilizaron muy probablemente en su construcción, materiales de la necrópolis romana que existía en las actuales plaza de San Vicente y Plaza de Santa Teresa.
La muralla tiene 88 torres (incluido el ábside de la catedral); 2133 almenas, 2,60-2,80 metros de grosor; 11,5 metros de altura media de los paños, y 15 m las torres; y cerca de 100.00 metros cúbicos construidos.
Tiene varias puertas:
Del Alcázar, Del Peso de la harina, San Vicente, Del Mariscal, Del Carmen, De san Segundo, De la Malaventura, Del Rastro y Puerta de La Santa
En 1991, fue declarado Monumento Nacional el entorno del recinto amurallado.
Puerta de la Santa
Se le da este nombre en nuestros días, al ser la puerta de entrada al convento de los carmelitas descalzos, construido sobre el solar de la casa natal de Santa Teresa.
Antaño se denominaba Puerta de Montenegro, por haber vivido en la zona gentes provenientes de esta zona Soriana, y también se llamó de Don Antonio Vela, por haber construido este ascendiente de Don Blasco Núñez su casa junto a ella.
Esta puerta pudo ser el extremo sur occidental del recinto amurallado romano o medieval.
Cruzar esta puerta santa se ha convertido en un gran reclamo turístico desde que se inaugurara en el V centenario del nacimiento de nuestra «Santa» y sobre todo a raíz de que El Vaticano haya reconocido a la casa natal de Santa Teresa como Basílica. Un enclave imprescindible para la ruta teresiana que recorre todo el mapa nacional con las fundaciones de la gran figura de la mística española «Santa Teresa de Jesús”.
